¿Qué es Calcografía? – Parte I

La vieja y querida Tarlatana acompañada de tintas y espátulas

La Calcografía comprende todas las técnicas de Grabado sobre Metal independiente del método de impresión usado y de la manera en que se obtiene la imagen sobre la matriz. Estas técnicas datan del s. XIV aunque los procesos básicos fueron usados desde mucho antes por orfebres y otros artesanos con fines distintos al de la impresión.

Si bien originalmente este trabajo se realizaba sobre metales nobles (confección de espadas, joyas, armaduras y otros objetos de valor), el trabajo sobre placas metálicas con fines de impresión se desarrolló básicamente sobre cobre y zinc, adaptando procesos para obtener mejores características gráficas sobre papel y desarrollando otros para imitar cualidades formales de otros medios plásticos.

Las Técnicas Calcográficas más tradicionales son el Grabado al Buril (llamado Talla Dulce) y el Aguafuerte, que tienen su origen en la orfebrería y que rápidamente fueron adaptadas para confeccionar matrices capaces de ser impresas con resultado óptimo.

Con el tiempo fueron necesarios métodos de grabado calcográfico capaces de reproducir de manera fiel los efectos visuales proporcionados por técnicas diversas como las aguadas, el carboncillo y la pluma, y para eso se desarrollaron recursos como la Punta Seca, el Aguatinta y sus variaciones y la Mezzotinta.

Una vez que los grabadores dejaron el campo de la reproducción de imágenes (Grabado de Traducción) y se dedicaron a crear obras originales, estas técnicas fueron usadas de manera mucho más libre y como resultado todo el lenguaje gráfico que posee esta disciplina se vio potenciado con una trascendencia que hace que hoy en día los recursos calcográficos estén entre los medios de creación más populares en todo el mundo.

Técnicas Principales

Talla Dulce (Grabado al Buril)
Una de las técnicas de Grabado más antiguas y de las más complejas. Un Buril es una barra de acero templado terminada en una punta extremadamente afilada insertada en un mango de madera. Existen diferentes clases de mangos y diversos tipos de puntas, y todas permiten una clase de talla distinta.  El artista empuña el Buril y corta directamente sobre la matriz.
Durante mucho tiempo se consideró que la Talla Dulce (llamada así por no requerir ácidos) era la única técnica noble para producir una matriz de impresión y el entrenamiento de estos artesanos grabadores era largo y muy exigente.  Con los años el uso de otros recursos (como el mismo aguafuerte) fue relegando al Buril a un lugar secundario, pero muchos maestros siguen prefiriéndolo y por lo tanto hoy existen exponentes que conservan la altísima calidad técnica tan apreciada en el pasado.
La línea impresa es posiblemente la de mayor calidad entre las técnicas calcográficas ya que posee una nitidez incomparable y una cualidad táctil muy característica producto del tipo de corte que permiten estas herramientas, ya que el Buril corta limpiamente el metal dejando tallas profundas, perfectamente definidas y muy duraderas, por lo que pueden hacerse tirajes muy extendidos.  Esta era la técnica principal de Alberto Durero.

Punta Seca
Esta es la técnica más sencilla -en apariencia- ya que no requiere el uso de ácidos ni químicos. Basta con una punta de acero (normalmente llamada también “punta seca”) y una placa matriz de cobre, zinc o algún otro material relativamente sencillo de rayar.
En esta técnica el artista dibuja directamente sobre la superficie del metal con la herramienta, causando las incisiones que luego atraparán la tinta. La línea impresa ofrece una característica muy pictórica (“aterciopelada”) donde los negros son muy profundos y además se observa una gama tonal llena de sutilezas. Debido a que las líneas se trazan directamente en el metal sin ayuda de químicos cada talla posee una “rebaba” (o barba) que también atrapa un poco de tinta y que es la que causa este efecto en las líneas.
La Punta Seca es muy usada por dibujantes por su semejanza con el grafito y debido a que las placas se desgastan rápidamente sirven para tirajes muy cortos muy apreciados por coleccionistas y entendidos. Muchos artistas usan esta técnica en conjunto con el Aguafuerte, logrando resultados muy especiales.  El ejemplo cásico e insuperable es por supuesto Rembrandt van Rijn.

Aguafuerte
Esta técnica se basa en el uso de ácidos que corroen (“muerden”) la matriz dando origen a las incisiones (surcos) que atraparán la tinta que será luego transportada al papel mediante la presión ejercida por el tórculo. Adicionalmente se da este nombre a todas las técnicas que usen métodos químicos para obtener las tallas.
En un Aguafuerte el artista dibuja con un punzón de acero sobre una matriz metálica (normalmente de cobre) protegida por un barniz a base de cera. Este barniz detiene el ácido y permite que éste ataque solamente en las zonas descubiertas, que equivalen a las zonas dibujadas por el artista. Posteriormente esta matriz se limpia para proceder a la estampación. El proceso de dibujo y mordido puede repetirse numerosas veces para lograr diversos efectos e intensidades de líneas. Visualmente las líneas obtenidas luego de imprimir son bastante nítidas, precisas y con mucho detalle.

Aguatinta
Las aguadas son técnicas de dibujo/pintura en las que la mancha es el elemento principal.  En la época en que el grabado cumplía funciones de traducción (o sea, cuando no habían más métodos de representar y reproducir otra clase de obras) se desarrolla el Aguatinta (“agua teñida”) como una manera de emular estos efectos.  Para esto se ocupa una resina granulada (normalmente colofonia) que se fija mediante calor sobre la matriz y actúa como protección.  El ácido muerde en los espacios entre cada grano de resina y el resultado impreso es un tono continuo y parejo.
Con el control del mordido adecuado pueden obtenerse grises y medios tonos, y usando variaciones sobre la técnica se pueden generar efectos de gotas, manchas y brochazos.  Dentro de las técnicas derivadas del Aguatinta se encuentran la Tinta al Azúcar, el Lavis, el Spit Bite y otras que se basan en el mismo principio como el Método a la Sal, el Método al Azufre, el Carborúndum y otros.

Mezzotinta (manera negra)
La Manera Negra es un sistema de grabado desarrollado en el s. XVII para emular efectos de claroscuro similares a los obtenidos al dibujar con carboncillos o grafitos y poder de esa manera realizar perfectas reproducciones impresas de pinturas o esculturas.
Para esto se parte desde una matriz completamente negra y poco a poco se va trabajando la superficie para obtener medios tonos y luces (método sustractivo) o bien en algunos casos simplemente se oscurecen las zonas necesarias (método aditivo) y se mantienen las zonas blancas sin tocar.  En ambos métodos se usa una herramienta característica llamada Berceau (“cuna”) que, dotada de cientos de pequeños dientes, deja sobre la placa pequeños puntos que luego atrapan tinta.  Luego de eso se comienza la etapa de obtener la imagen usando alternadamente raspador y bruñidor.
Existe un método alternativo para granear la matriz usando resina y ácido, aunque este sistema no permite desarrollar el mismo grado de sutileza que el método tradicional.